UGT de Cataluña presenta un ERE que afectará a un tercio de la plantilla
El sindicato dirigido por Camil Ros plantea la salida de 45 trabajadores para atajar las pérdidas ocasionadas por la crisis del coronavirus
UGT de Cataluña ha planteado un expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a 45 empleados del sindicato, cifra que equivale a un tercio de su plantilla total. El secretariado encabezado por Camil Ros ya ha presentado las grandes magnitudes de la reestructuración a sus trabajadores.
El recorte de la masa laboral se justifica por las pérdidas en las que ha incurrido el sindicato. Así lo ha comunicado la dirección, que Ros comparte con Matías Carnero, que asegura que una rebaja de la masa social es la vía más propicia para atajar los números rojos actuales. Se explica que la
pérdida de afiliados a raíz de la crisis del coronavirus ha llevado de nuevo a una situación insostenible a la organización.
ERTE en abril
La dirección de UGT de Cataluña ya presentó en abril un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por causas objetivas que afectó a 119 trabajadores, la mitad de su nómina. Se aplicó hasta el verano de ese ejercicio y se esperaba que la recuperación paulatina de la actividad económica saneara sus finanzas.
Pero la prolongación de las medidas de contención de la pandemia han sido fatales para la organización, que ahora recurre a un ERE para equilibrar su balance.
Más ajustes en el pasado
No es la primera vez que la asociación hace uso de estos instrumentos laborales. La primera reestructuración de UGT tuvo lugar durante la doble recesión de la década anterior, cuando la entidad recurrió por primera vez
a los ajustes temporales para intentar equilibrar sus cuentas. En 2012, comunicó un ERE temporal para 166 trabajadores (el 62% de su plantilla), que estuvieron suspendidos de empleo y sueldo durante seis meses en un periodo de dos años. Además, otros 40 empleados fijos pasaron a ser fijos discontinuos.
En 2014, UGT aplicó la misma medida para toda su plantilla (296 personas, en aquel momento) durante dos ejercicios consecutivos. En ambos casos, la oganización rectificó su voluntad inicial de despedir a parte de sus trabajadores a cambio de acometer medidas temporales para ajustar sus cuentas tras la caída de ingresos provocada por el recorte de subvenciones
Falta de transparencia
El nuevo ERE de la organización ha reabierto la tensión interna. Fuentes próximas al comité de empresa denuncian falta de transparencia sobre los detalles de la actuación. Lamentan que no se haya sido más proactivo en comunicar los problemas económicos reales del sindicato e incluso lo vinculan con el periodo electoral que se acaba de terminar. La cascada de congresos que implicaron renovar los órganos de gestión desde las ramas sectoriales hasta la confederal, el foro donde se acaba de reelegir a Pepe Álvarez como líder de toda la UGT para los próximos cuatro años.
El periodo de consultas ya se ha iniciado. Otros interlocutores próximos a la dirección esperan cerrar cuanto antes el expediente. "La situación es complicada, pero tenemos esperanza en llegar al acuerdo", señalan desde el entorno de Camil Ros. El secretario general ha declinado comentar la reestructuración. En cuanto a los afectados por el ERE, se muestran confiados en conseguir unas condiciones económicas de salida por encima de lo mínimo exigible por ley.
Malestar en las bases
Fuentes del secretariado reconocen la "situación delicada" provocada por el ajuste. Una coyuntura que ha sentado mal entre algunos afiliados, que echan en cara a la central el sobredimensionamiento de su estructura organizativa y su opacidad sobre la medida.
Aseguran que las federaciones, según estas voces consultadas por Crónica Global, se han estrechado el cinturón tras la crisis de 2008, mientras la cúpula ha mantenido unos equipos que ahora se demuestran demasiado costosos. Con todo, también se han producido salidas negociadas de forma individual. Ambas partes insisten en el acuerdo.
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